Las siguientes son una serie de fotos que recuerdo con mucho cariño, y quería explicarles el contexto, porque puede que se disfruten un poquito más si sabemos algo más de ellas. Espero las disfruten!
Vote sin miedo

Recuerdo mucho esta foto por el contexto político y social que vivía Bolivia por aquel entonces. Luego de las últimas elecciones presidenciales, por primera vez en la historia de Bolivia, se votó a un presidente de origen indígena, y las calles y las pintadas reflejaban ese momento.
“Vote sin miedo”, le decían a los collas, que durante mucho tiempo fueron ninguneados en sus propias tierras.
El nombre de la calle era “La Paz”, y esas cholitas pasando por ahí, con sus colores llamativos, y los guaguas en la espalda hacían de la foto algo demasiado bello. Además el paisaje de Sorata, en las afueras de La Paz también aportó mucho. Y como frutilla del postre, el empedrado, la puerta rústica y un infaltable perro, para embellecer la escena. Al otro día, el 21 de enero de 2006, Evo asumía la presidencia de la nación en La Paz, ante 200 mil personas, y nosotros estábamos ahí.
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Hiladora de San Isidro de Iruya

Junto a Huguito partí a San Isidro, un pueblo Quechua- aimara muy aislado del mundo. Una belleza y una rareza. El camino fue duro, cruzando caminos bastante altos, pero valió la pena. En el medio del camino Huguito se prendió uno y él se empezó a elevar. En ese trayecto vi a esta señora, en el medio de todo el valle que conectaba Iruya con San Isidro.
Solitaria, parsimoniosa, concentrada, sin nada que la inmutase. Me acerqué un poco, la saludé, y con la mirada nos entendimos, y con un simple gesto me dejó inmortalizar esa situación cotidiana para ella, pero deslumbrante para mi.
Toda la maquinaria estaba hecho a base de las maderas de ahí, y la fuerza del hilado era producto de la corriente del agua. Simplemente maravilloso y a la vez simple. Llegué a San Isidro, Huguito se quedó, y yo me volví a Iruya . Cuando volví estaba agobiado. La noche nuevamente fue tranquila. El complemento de esto es que antes de ir a Iruya habíamos ido a una peña de Ricardo Vilca, un cantante grosísimo de la quebrada que ya no nos acompaña, pero que creó una música salida bien desde el corazón.
A la caza del gran navío

Nené se prepara para la caza del día de hoy con su arpónTiene que estar en el momento adecuado, en el lugar adecuado, y además tener mucha destreza. Lleva provisiones. Muchisimas frutas y palmitos. Sabe que de los 10 compañeros que esperan como el, solo unos pocos van a tener suerte en la caza. Ya a lo lejos lo divisan y comienza la casería.
Como si estuviera escrito en un libro de manual, todas las pequeñas formaciones se ubican a distancias semejantes y se dirigen a una velocidad baja, en forma perpendicular, al gigante que llega a máxima velocidad.
El primero tira el arpón, pero no llega. Tendrá otra oportunidad en unas horas quizás, cuando pase otro. El segundo tampoco consigue suerte. Nené lanza su arpón contra las gomas del gran navio Santarem y logra enrollarse al barco y ser remolcado junto a su barcaza. Ahora tiene que usar toda su fuerza para que primero hacer como si estuviera haciendo esquí acuático (solo que para poder vivir), y para luego tirar de la cuerda y lograr enganchar su barcaza al navio, como un parásito se encaja en un cuerpo mayor, como una sanguijuela al cuerpo humano. Ahora que logró su cometido puede subir al gran navio a vender las frutas y palmitos que la madre naturaleza le ofreció para poder seguir viviendo en el gran amazonas.
Corre

Llegar al salar de Uyuni es una experiencia increíble, mágica, reveladora. Cuando llegamos ahí el paisaje nos dejó sin aliento. Pero seguido a eso me vinieron unas impostergables ganas de empezar a correr por todo el salar, que estaba cubierto por una fina capa de agua de unos 10 cm más o menos.
Y ahí mi hermano, que estaba estudiando fotografía y se había llevado la réflex, disparó el click!. Esto era el 2001, las cámaras digitales no existían, y había que esperar a revelar las fotos para saber que tal habían salido.
Guardamos religiosamente y como si fueran oro los 5 rollos que sacamos de ese viaje, y un mes después, al revelar las fotos, me di cuenta que esa foto iba a gustarme por mucho tiempo. Gracias hermanito por la foto!
Musa posadora

2006, 5 meses de viaje por Sudamérica, había llegado a un lugar demasiado turístico, pero por su belleza era una parada casi obligada.
Porto de Galinhas posee unas piscinas naturales estupendas para disfrutar de los arrecifes, los peces de colores, y la belleza que lo rodea. Yo me concentré justamente en eso, en la belleza que lo rodeaba.
Y fue ahí cuando me encontré con un velero en el mar, con dos chicas, una morena, tirada en el piso de la balsa, y la otra trigeña mirando hacia el sol, como si fuera la capitana de la embarcación. Ambas estaban en bikini, y la imagen que otorgaban era digna de una fotografía. Cuando apunté con mi cámara la chica trigeña hizo la postura perfecta para endulzar sus proporciones de su cuerpo, inclinándose hacía un costado y moviendo suavemente sus piernas, e inclinando la cabeza. El paisaje, el cielo, la vela, el arrecife y el mar hicieron el resto, y la foto quedó perfecta, una de las que más me gustaron de ese viaje por Sudamérica.