Empezó el verano, se terminó el año, y muchos viajeros ya tienen las cabezas puestas en algún viaje. Y el primer gran viaje que les viene a la mente a la mayoría de los argentinos, puede ser el de recorrer Latinomérica, o Sudamérica en algunos otros casos.
Esto no pretende ser una guía para saber por donde tenés que ir, sino un compilado de viajes para que los veas y puedas comparar, y puedas tomar tus propias decisiones.
Hablaré solo de Sudamérica, porque Centro América es más estrecho, y casi que no hay muchas opciones más que para hacer el camino que todos hacen.
Me propuse comparar el recorrido 4 cuatro grosos que recorrieron esta parte del continente, y además agregué mi viaje, je. Los 5 recorridos que puse son de:
-Viaje de Juan Pablo Villarino y Laura Lazarino (de su libro Caminos Invisibles, durante el 2012).
– El viaje de Ernesto Guevara ( de su libro Mi primer gran viaje, de 1951).
– El viaje de Julián de Almeida (de su libro Parte de Existencia, de 2012).
– El viaje de Nicolás Meta (de su libro Enlazador de mundos, durante 2008 y 2009).
– El viaje de Leandro Bauzá (yo), de mis Cuadernos de viaje de 2006, y que algún día convertiré en libro.

(Para ver mejor el mapita quizás lo pueden bajar a su compu (guardar como… jpg), y ahí le pueden hacer zoom en la zonas donde no se entiende mucho).
Para comenzar a entender el subcontinente sudaméricano y sus caminos, debemos saber un par de cosas:
– La ruta más emblemática por el oeste es la Ruta Panamericana, que uno a la Argentina con Alaska, pero igualmente no significa que esté toda asfaltada perfectamente en todo su recorrido.
Por Bolivia muchos tramos son de tierra (y agua), y por Máncora por ejemplo la rutita es tán infima que podés tomarte una cerveza en un barcito, mientras el camión que viene desde Ecuador con Bananas te pasa a centímetros de tu mesita.
– La otra ruta emblemática por el Este, es la famosa BR 101, que recorre Brasil de sur a norte.
MAPA EN PROCESO (Work in Progress). Ya estará terminado en breve.
Odiosas comparaciones:
Comparando los 5 viajes, no hay ningún punto en que coincidan los 6 viajeros. Por Manaos pasaron todos menos el Che, por Potosí lo mismo y por Cartagena lo mismo. Por Cuzco pasaron todos menos Julián (al menos en este viaje específico), y por Caracas lo mismo.
Creo que el viaje que realicé yo es el típico, el que si seguís derecho vas a parar a ese lugar. No me desvié del camino tradicional, tal vez porque sea así mi característica al viajar. Soy clásico que digamos.
El gran mérito de Juan y Laura fue andar por caminos invisibles como dice su libro, por rutas poco comunes para los viajeros tradicionales, como Las Guayanas, Suriname, o el centro de Paraguay. Juli también se insertó bastante en caminos no tradicionales, y cortó por el medio del continente a través del famoso Rio Madeira, que sirve para unir Manaos con el norte de Bolivia. Nicolás también se cruzó de Bolivia a Brasil, pero no queda muy en claro en el libro, así que tuve que trazar una línea recta, que claramente no es representativa del trayecto que realizó. Y del che casi que no puedo ni hablar, de daría vergüenza. Simplemente no fue por Brasil (y curiosamente tampoco fue a Bolivia en este viaje), y siguió su instinto hacia el norte.
Recomendaciones y conclusiones
Como vemos, hay muchas posibilidades de caminos para tomar. Están los fáciles, y están los más rebuscados y están los que te salen bien de adentro, que te dan ganas de ir sin realmente saber porqué. Desde mi humilde opinión, es la gente la que te va enamorar de los lugares, así que vayas a donde vayas, va a estar bien.
Peeeeroo… hay ciertas joyitas (que no voy a descubrir nada diciéndolas que sobresalen, como Cuzco (Machu Pichu en el mapa), Cartagena (cerquita del Tayrona en el mapa) y el Pelourinho. Se puede hacer extenso explicar el porqué están buenos, pero claramente son imperdibles. Y para agregar tres lugares más (que tampoco estoy tirando nada raro, sigo siendo clásico en mis elecciones), El salar de Uyuni, el Parque Nacional Dos Lencois Maranhenses, (en las fechas que tiene agua), y Máncora, principalmente porque es un pueblito costero que sirve de transición entre una cabeza que está con la cultura andina, y la otra cabeza que está en países tropicales. Se mezclan todas las frutas que vienen de Ecuador con la comidas típicas andinas, y encima está el mar ahí al lado.
Asi que, gente, lárguense al viaje, ninguna decisión será incorrecta. Buen viaje, y disfruten el camino!