
Iba caminando junto a mi novia por las calles de Fortaleza, ahi en la playa de Iracema, cerca de un edificio que se estaba cayendo a pedazos, frente a un barrio bien humilde y barrios con edificios que hacen de hoteles o casas de veraneo. La avenida Beira Mar servía, como en el caso de Copacabana en Rio de Janeiro, para ver desfilar a todos los que corren, andan en roller, en skate, en bici, o que andan caminando buscando esa brisa fresca que sale del mar. Hay montoncitos de grupos de chicos y chicas ahi en la playa, junto a la arena, y también mucha gente en la vereda de la costanera, en la parte asfaltada. Una escultura de una chica estilizándose con una vara es el detalle artístico al lado del mar. Debajo de ella un grupo de Capoeira, con su mestre a la cabeza, comienzan a hacer ejercicios de calentamiento moviéndose acompasadamente primero para un lado y luego para otro.
Entre esas chicas que andan en rollers esta Jamile, 22 años, cearaense, ojos negros, piel trigueña y pelo crespo. Hermosa por donde la miren. Viene de esos barrios humildes cercanos a la playa, y como suele ir a la costanera seguido, verla andar en rollers y en skate es como un ballet para los ojos por su dominio y equilibrio de la situación. Cuando anda en skate, va haciendo «eses», desplazando su cuerpo inclinándose, como si estuviese sobre una tabla de surf.
Mezclado entre los turistas y los veraneantes de Fortaleza está Nael, español, 26 años, de vacaciones en Brasil sin tiempo definido, un poco porque está en el paro, y otro poco porque no concibe esa vida de solo trabajar, entonces cuando puede hacerlo, viaja.
Nael y Jamile se miraron en la costanera, se gustaron, y se apaixonaron el uno por el otro. Nael habla portugués, así que la conversación es fluida. Yo, que paseaba por la costanera junto a mi novia, los veía reírse juntos y compartir cervezas, queijos quenches y milho nas brasas, ahí, en pleno atardecer en praia de Iracema.

Al poco tiempo mi novia y yo nos fuimos para Jeri, una playa paradisíaca al noroeste de Fortaleza, y entre caminatas por la playa, vi a esa dulce pareja de mistura sudamericana e ibérica, tomando sol en las arenas desérticas pasando la duna de por do sol. Nael le acariciaba el pelo y ella, recostada en su pareo de colores, con el cuerpo, su bikini y su pelo mojado del mar, con los ojos cerrados y una boca enorme, sonreía de placer.
Vi muchas parejas en Jeri, como las hay en tantos lugares de veraneo. Por algún motivo me detuve a observar con más detalle a las parejas en la playa.

Ya de vuelta en Fortaleza, mi novia y yo volvimos a pasar por la costa de la playa de Iracema, y los volvimos a ver a ellos dos, Jamile e Nael, de la mano, caminando, hasta que se sientan, y entre selfies y besos son la pareja más feliz de toda la playa.
Mi novia y yo nos quedamos un tiempito más en Fortaleza. Uno de los últimos días la vi a Jamile, hermosa como siempre, andando en rollers por la costanera. Nael ya no estaba, había seguido su viaje para el sur, a Natal, y seguramente después a Salvador Bahía. Jamile le recuerda con mucho cariño. El la invitó a seguir de viaje juntos, pero ella no quiso, se quedó en su tierra, su desierto feliz. Ahora que no está Nael, debió volver a la casa de su mamá y sus muchos hermanos. No sabe que hacer de su vida, si volver a ser una garota de programa con otro extranjero o que… ya no quiere esa vida… pero no sabe qué hacer ni cómo ayudar a su familia. Nael pagó todo estando juntos, nunca pago por ella, sino que pago comidas y su viaje estando juntos, pero cuando el dinero se mezcla con el amor todo se vuelve una mierda. Ni ella sabe cuando dejó de ser garota de Programa y cuando comenzó a enamorarse de aquel viajero.
Nael tampoco quiso enamorarse, pero le resultó imposible no sentirse atraído a ella. Se sintió perdido frente la situación en que estaba. Nunca entendió si fue un cliente o se enamoró de una chica. Odia que la gente hable sin saber. Odia que metan a todos en la misma bolsa. Odia la prostitución, le da asco ver un señor que va a Fortaleza a pagar por una chica. El hombre puede decir que «la está ayudando con dinero», pero esa es una visión totalmente mezquina de la vida, y con toda seguridad no tienen ni idea de lo que es una familia y una sociedad. Pensar de esa manera es pensar en alguien como un objeto, y no como un ser humano. Odia mucho más la prostitución infantil. No entiende como puede ser que exista ese tipo de explotación de niños. La pobreza junto a la adicción por las drogas es el coktail ideal para que se genere la explotación con fines sexuales, por eso Fortaleza tiene uno de los índices de prostitución más grandes de todo Brasil. Sexo y dinero generan mierda, y mucho más si el dinero es para calmar su adicción a las drogas. La misma mierda por la que una chica se interesa por un adolescente si le regalan un trago en un bar. La misma mierda por lo que la prostitución es legal en Holanda, país primermundista, en Brasil y en muchos países. Como es legal, todo bien, que siga el mundo girando sin problemas.
El sexo y el dinero está relacionado hasta en la pareja más naif, en toda la sociedad. Es parte de la hipocresía del ser humano.
Solo es una cuestión de escala. No creo que haya una sola forma de ver el problema. Es un tema que abarca diferentes realidades sociales e infinitas variantes. La prostitución infantil en cambio es otra cosa, no se discute; es totalmente repudiable y el cliente es un delincuente que merece ser condenado. Antes era la esclavitud, pero la explotación del fuerte contra el débil aún se mantiene hoy. La prostitución infantil es una forma moderna de esclavitud.

Nael me trajo recuerdos de mi paso por esta misma ciudad, 10 años atrás. Hasta pude ver mi rostro reflejado en el rostro de él y todo. Yo te entiendo Nael, hasta tu nombre reflejado en un espejo luce como el mío. Como no te voy a entender si estuve en tu misma situación en esta misma ciudad, 10 años atrás. Yo también me sentí tan perdido como él frente a esa situación.
Me llaman siempre
y a cualquier hora,
me llaman guapa
siempre a deshora,
me llaman puta
también princesa
me llaman calle sin nobleza.
Me llaman calle
calle sufrida,
calle perdida de tanto amarMe llaman calle, Manu Chao.

Nota: No se si está claro, pero repudio con toda mi alma la explotación sexual, la trata de blanca, y mucho más la explotación sexual infantil. Por suerte, no sé si es mi parecer o lo que leí, Fortaleza está combatiendo la explotación sexual infantil. «Cada Semana, una decena de coches con agentes de la policía hacen redadas en las calles del barrio rojo, echando abajo las puertas de los moteles y burdeles, arrestando clientes, y llevándose a los menores a instituciones».
«Quien impide jugar a un niño, le roba la infancia».
(http://www.bbc.com/mundo/america_latina/2010/08/100801_0818_brasil_turismo_sexual_cr.shtml ).
– Este es un informe de la TVE española que vale la pena ver para entender el contexto en el que están los más jovenes y marginados en Fortaleza.
http://www.rtve.es/alacarta/videos/en-portada/portada-brasil-lagrimas-michelle/502613/
#deesonosehabla #niunamenos
«Todos los días le pido a Dios que me saque de esta vida. A veces paro, pero después vuelvo a las calles en busca de hombres. La droga es mala, la droga es mi debilidad y siempre hay clientes dispuestos a pagar.» Pia, 13 años, de Recife, Brasil.
Sin clientes, no hay trata.
Si gustan de ver una película brasilera que habla un poco de todo esto, les recomiendo que vean «Deserto Feliz». Eh dicho.
Qué buena historia lean! o Nael? todo una problemática social de aquella zona y de varias partes del mundo por donde andan dólares de viaje! un abrazo desde Ecuador loco!
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Mucho más cuando el hdp que viaja lo hace específicamente con ese fin. Le diría que se quede en su Alemania o Norteamérica natal, y que se meta sus dólares en el c. Con todo respeto, claro.
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bien bien 🙂 rompiendo las categorías
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Problemática compleja si las hay… difícil ponerse de acuerdo.
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