Posiblemente se trate del proyecto de regeneración de vida silvestre más ambicioso que haya tenido alguna vez Argentina. Se podría hablar de los esteros del Iberá desde varias aristas; desde contemplar la simple belleza del lugar, hasta analizar los aspectos políticos, económicos, sociales y ambientales que trae consigo. Para bien, y para mal también si es que uno no le terminan de cerrar estas cuestiones al estilo “we are the world, we are the children”, donde se gastan 1 millón de dólares en hacerle una jaula a un jaguareté, pero la población del lugar sigue sumida en la pobreza.
Empecemos por partes; La reserva provincial de los esteros del Ibera existe desde 1983, y desde 1997 a 2002 Conservation Lund Trust (CLT) adquirió tierras lindantes a la reserva provincial, con el objetivo de donarlas al Estado para crear un Parque Nacional. Los esteros ya cuentan con una importante biodiversidad de flora y fauna, pero con el terreno que piensa donarse, junto con los proyectos de conservación y los fondos creados por donaciones, puede que la biodiversidad sea aún mucho mayor de lo que actualmente es. Pero con la naturaleza nunca se sabe que puede pasar…
El proyecto Iberá es una apuesta a futuro. A veces llamado “el pantanal argentino”, Iberá es uno de los grandes humedales de agua dulce del planeta, con una superficie mayor a 1,3 millones de hectáreas de pastizales y pantanos en la provincia de Corrientes, al noreste de Argentina. El ecosistema sustenta una fabulosa vida silvestre que incluye más de 360 especies de aves.
El principal objetivo del proyecto Iberá es extender y mejorar la conservación de tierras dentro de la Reserva Natural Iberá, un área protegida, declarada como tal por la provincia en 1983. La reserva está compuesta, a grandes rasgos, por 40 por ciento de tierras fiscales y 60 por ciento de propiedades privadas controladas por unos 1.800 propietarios.
Actualmente, de las 1.300.000 hectáreas que componen la cuenca y Reserva Natural Iberá, 550.000 constituyen el Parque Provincial Iberá. Para poder asegurar la integridad ecológica de la cuenca de Iberá y la máxima calidad del destino ecoturístico, LCT propone que el Parque incluya también muestras representativas de los ecosistemas de tierras altas que se encuentran en ella, para que todas las especies de grandes mamíferos que se extinguieron en la región tengan el espacio necesario para su desarrollo y reproducción, y para eso se necesita que los ecosistemas que éstos habitan se encuentren adecuadamente protegidos.
Proyectos de conservación de especies, o de reinserción de especies (el más conocido es el de reintroducción del lobo al Parque Yellowstone) han tenido éxito, pero también puede tener resultados inesperados, como puede ser que una especie re introducida sea perjudicial para una especie nativa. Nunca sabremos que puede pasar, pero por el momento el proyecto tiene amplia aceptación en todas sus líneas.
Quizás el otro interrogante que se podría plantear, es las tomas de decisiones. Hablando con una guardaparque de la reserva provincial Iberá, me planteaba el interrogante de si era mejor gastar tanto esfuerzo y dinero en volver a introducir al jaguareté (teniendo en cuenta que hay otros «primeros eslabones de cadena reproductiva» que pueden actuar como el jaguareté, como lo es el puma por ejemplo, o si lo que se quiere es preservar el jaguareté en Argentina, no hubiese sido mejor invertir ese dinero en las otras tres áreas donde actualmente está el felino. Otro interrogante era saber si se le presta más atención al jaguareté y al guacamayo rojo por su belleza y atractivo (lo que tiene un potencial turistico y económico muy redituable y rentable), o si lo que se quiere es solo conservar la bioversidad y tener todos los eslabones de una cadena reproductiva del ecosistema del que estamos hablando. Son dudas se que plantean, y que no están de más hacerse…
En estas tierras podemos ver animales grandes como Ocelotes (solo se vio uno, pero puede haber más), pumas (hay pocos, pero hay), Jaguaretés (proyecto de reinserción), osos hormigueros, carpinchos (muchísimos), tapires, pecaríes de collar, yacarés overo, ciervo de los pantanos, venado de las pampas, corzuelas, aguará guazú, monos carayá (aulladores), y boas.
Entre la vegetación podemos ver los clásicos camalotes, las lentejas de agua, y las coloridas flores color violeta santa lucía.
Hay aves de todo tipo. Con la ayuda del blog de Che Toba, que tiene una minuciosa lista de fotografías increíbles de pájaros del lugar, pude hacer la lista de las aves que se pueden ver en los esteros. Entre muchísimas otras, estas son las que más se suelen ver: yetapá de collar, chajá, angú, biguá, pájaro carpintero, cardenales (muchísimos), federal (hermoso pájaro), la elegante garza mora, el ipacá, el jacaná, la diminuta lavandera, el pato criollo, el pecho amarillo, el gavilán, las cigüeñas, y podemos incluir acá al ñandú, el ave una de las aves más grandes y que más rápido corren en tierra.
Hay proyectos para reintroducir el guacamayo rojo, el oso hormiguero, el pecarí de collar, el jaguareté, el tapir, y mejorar la población del venado de las pampas.
Acá les dejo enlances de los proyectos de voluntariados, del proyecto de re introducción del jaguareté, y del proyecto para la conservación del venado de las pampas.
Hay otros proyectos y fundaciones que se encargan de la conservación del Yaguareté en Argentina, como lo son Red Yaguareté, y Proyecto Yaguareté .
Los esteros representan un área inmensa, y básicamente hay tres lugares de acceso que son los más reconocidos (en el mapa se muestran estas tres opciones).
– Se puede acceder por el Portal de Concepción. Si uno está en Corrientes este puede ser el más conveniente.
– Si uno viene desde el noreste, desde Posadas o Misiones, quizás la mejor opción sea desde Ituzaingó o Gobernador Virasoro, los cuales tienen acceso a la laguna Galarza.
– Y la última (y a mi entender mejor opción), es entrar a través de Colonia Carlos Pellegrini, vía Mercedes. Esta es la puerta de acceso más utilizada para los que llegan desde el sur de la provincia de Corrientes, como por ejemplo Buenos Aires.
Si se presta atención en el mapa, en el centro de los esteros se encuentra la Isla San Alonso, la cual no es accesible para los turistas, y está destinada principalmente para los proyectos de reproducción de algunas especies, entre ellas la más emblemática, que es la del jaguareté. En la isla se creó una gran jaula para albergar a la hembra, los machos que traerán, y los futuros cachorros que salgan de la esperada reproducción del felino.
Mi viaje por los esteros:
Llegué al mediodía a Mercedes con la intención de partir ese mismo día a Colonia Carlos Pellegrini, pero me enteré que el único bus que iba para allá había salido hacía un ratito, y no volvía a salir hasta dentro de dos días. Por suerte hay otro señor que sale también casi todos los días, así que solo tuve que esperar hasta la mañana del día siguiente para ir a los esteros. El señor se llama Daniel Ortiz, y si lo quieren contactar, les paso su número de telefono celular: 3773431469.
El camino desde Mercedes al Pueblo de Pellegrini son unos 120 km; los primeros 40 son tranquilos y de asfalto, pero los próximos 80 son duros y de ripio. Lo único bueno es que los últimos 40 km son un disfrute a la vista, porque es dentro de las tierras de Tompiks que están pensadas a ser parque Nacional, por lo que está lleno de biodiversidad, animales de todo tipo, y paisajes naturales. Abstrayéndose un poco de que estábamos en Argentina, tranquilamente los pastizales nos podrían transportar a un paisaje de la sabana africana en el medio del Serengueti. Si se presta atención por el camino, vamos a ver de seguro muchos ñandús y también venado de las pampas, muy camuflados con el paisaje color trigo.
El pueblo es muy pequeño, tendrá unas 10 cuadras por 10 cuadras, y dentro de todo hay posibilidades de hospedaje para todo tipo de viajero; Desde un excelente Camping junto a la laguna, hasta hospedajes de los más lujoso (Hostería Rincón del Socorro está alejado de la Colonia pero es por lejos el más lujoso, entre otras cosas, porque era de Tompinks, y es el lugar que suele usar Macri cuando va por esos lugares, ya que tiene Helipuerto y pista propia) , y si queremos, también de término medio, como donde me quedé yo, en la Hostería de Don Marcos, que también es comedor. Una vez llegados a Colonia Carlos Pellegrini se pueden hacer diferentes actividades dependiendo del tiempo que tengan disponible, pero lo fundamental será tratar de desconectarse de todo, y conectar con la naturaleza.
Hay varios senderos cercanos a la casa del Parque Provincial donde se puede apreciar la selva en galería, ver los tipos de vegetación, la flora y fauna, y si se tiene suerte, ver algunos monitos en el sendero de los monos, y algún yacaré y ciervo de los pantanos en el sendero del monte. Lo que no vas a dejar de ver seguro son carpinchos, porque están por todos lados y están tan acostumbrados al contacto humano que ni se asustan con nuestra presencia.
Llegada la tarde, cerca de las 5 o 6, una buena opción es hacer un paseo en lancha por la laguna de Iberá, no solo por el placer de recorrerla, sino porque yendo con la lancha llegaremos a lugares donde no es posible acceder a pie, por lo tanto, avistaremos más especies de todo tipo, y si tenemos suerte tendremos un atardecer increíble sobre el horizonte como broche de oro.
Y por lo demás, lo de siempre. En Corrientes nunca se deja de tomar mate en todo momento, y si hace mucho calor, el mate se cambia por tereré, con cubitos y jugo de lo que sea. Mate, tostadas con dulce de leche, y vida silvestre, la combinación perfecta para los esteros del Iberá.
Si se quedaron con ganas de saber más sobre el Proyecto Iberá y del proyecto específico del jaguareté, acá les muestro un corto de 22 minutos que les dejará las cosas un poco más claras.
muy bueno, che!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Excelente! Gracias Lean!
Me gustaLe gusta a 1 persona