Manu, el basquet y yo

Hace unos meses, después del partido de Playoff de San Antonio, me puse escribir sobre Manu y escribía esto: 

«Ayer Manu jugó lo que pudo haber sigo su último partido en la carrera profesional y en la NBA. Los Spurs perdieron la primer serie de Playoff 4 a 1 contra los Warriors de Curry y Durant.  Steve Kerr, entrenador de Golden State y ex compañero de Manu en el equipo del primer campeonato ganado de San Antonio, lo abraza después del partido y le dice: – Tenes que seguir un año más. ¿Por qué no? Sabes, conocí a Roger Federer este año y me dijo que seguía porque amaba el deporte. Vos, Manu, me recordás mucho a el”.

Lamentablemente quedará como una linda anécdota, porque justamente ese fue su último partido en la carrera profesional. 

San Antonio Spurs v Golden State Warriors - Game Five

Manu es de 1977, y yo de 1979, osea que durante mis épocas de pre-mini y mini tranquilamente a mi club le podría haber tocado ir de mini- encuentro a visitar a Bahiense del Norte, uno de los clubes de Bahía Blanca, y Manu podría hasta haberse alojado en casa, como lo hicieron los casi 15 chicos (un mini encuentro vinieron 5 a casa, ja!). que recibimos en casa durante nuestras epocas de mini y pre mini en Defensores de Banfield. 

Recuerdo esos tiempos de 1996 o 1997, donde todavía Michael Jordan jugaba en los Chicago Bulls en el mejor equipo de básquet que tal vez haya visto alguna vez, y poner el programa de TyC Sports a la noche para ver Uno contra Uno y ver a un pibe jugando en Estudiantes y colgándose en aro con una elasticidad asombrosa. Yo me los confundía a todos, porque había dos Ginobili en el equipo, y entre los dos hacían jugadas casi de circo por su velocidad y habilidad. Esa temporada Jordan ganaba un anillo de la NBA, Manu y Cepo llegaban a las semis en la liga Nacional, y yo en Juveniles lograba el ascenso junto a mi hermano gemelo Bruno en Defensores de Banfield y como premio nos regalaban la camiseta que usamos durante el año y que todavía atesoro como uno de los mejores recuerdos de mi paso por el básquet y mi amistad con el grupo de chicos que jugamos desde pre mini hasta Juveniles juntos.

manu_casaca_azul Estudiantes

En el 98 Manu se fue a Europa y yo dejé el básquet para ir a la facultad. Era tiempo de crecer, de ampliar horizontes, de seguir aprendiendo. Si antes lo veía saltar a Manu en Estudiantes, ahora en el Kinder directamente volaba, bestia total. Yo en la facultad soñaba que haya algo parecido a lo que se ve en Estados Unidos; equipos universitarios como Carolina del Norte, Duke, UCLA, o Michigan. Por esos momentos me encanta ver por ESPN los partidos de básquet universitario de Estados Unidos, porque eran mucho más rápidos y apasionantes que los de la NBA. Recuerdo ver  a Vince Carter  con la 15 en Carolina del Norte, a Jason Kidd en California con la 5,  a Chris Weber con la 4 en Michigan, y a un tal Tim Duncan que la rompía en Wake Forest. Pensar que solo algunos años después se juntaría con Manu y harían maravillas en la NBA por más de 12 años.

Manu Kinder

En la UBA había torneos interfacultades, y yo me anoté en el equipo de Futbol de Filosofía y Letras, mi facultad, porque ni sabía de la existencia de un equipo de Basquet. Hasta que me avisaron que un tal Matías Frisco había armado un equipo de básquet con algunos entusiastas.

 En el 2002 y por una injusticia en el último segundo de la final del mundial de Indianápolis, se le escapó la copa a Manu en manos de la Yugoslavia de Bodiroga, Stojakovic y Tomasevic. Argentina con Ginobili a la cabeza perdían en la final después de eliminar en las semifinales al Dream Team de los Estados Unidos de Reggie Miller y Paul Pierce entre otros. Pero como una recompensa del destino, Manu a partir de ese momento anclaría en la NBA en los San Antonio Spurs, y no se iría hasta este mismo momento en que estoy escribiendo este texto.

manu 2002

Yo mientras tanto me entretenía jugando básquet callejero en cuanta cancha de básquet veía. En mi club, Defensores de Banfield, no había lugar para mí; Jugar en la primera requería entrenar 3 veces por semana y yo no podía con mis horarios de la facultad. Sinceramente pensaba en ese momento que nunca más integraría un equipo de básquet. Por suerte estaba equivocado.

Argentina

2004 fue la gran revancha y el momento que más lindos recuerdos me trae Manu. Eran los Juegos olímpicos de Atenas y Argentina justo debutaba con el mismo rival con el que había perdido la final del mundial pasado (En realidad era Serbia y Montenegro, pero tenía casi todos los jugadores que tuvo Yugoeslavia en el 2002).  Con pocos segundos en el reloj y abajo por uno, Montechia recorrió la cancha desde abajo del aro, se la pasó a Manu, y él, tirándose de Palomita, la metió y ganamos por uno. El momento más eufórico que recuerde. Habíamos ganado solo un partido, el campeonato recién empezaba, pero estábamos en la gloria por haber puesto la situación donde debía ser. Una suerte de justicia divina. Después la historia siguió, le ganamos otra vez al Dream Team de Duncan, Iverson y un tal Lebron James, y Argentina fue Oro Olimpico en básquet. La gloria y la historia para Manu, que a partir de ahí se convertiría en leyenda para todo el pueblo argentino, ganando renombre público en todos lados.

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 El tiempo pasó, Manu siguió agrandando su figura con campeonatos de la NBA y con nuevas medallas olímpicas, y a mí me agarraba el bichito viajero y basquetbolero. Una vez en Puerto Viejo, Costa Rica, hice la gran “White men cant jump”. Me quedé sentado al lado de un playground (cancha de básquet callejero) con mi pinta de turista (bermudas de baño, musculosa con alguna inscripicón turística y una gorrita para el sol), y como faltaba uno me llamaron a jugar. No solo hice que gane mi equipo anotando el último punto, sino que un rival se quedó con mucha bronca de perder y me propuso un campeonato de triples. Nunca fui bueno en triples, pero esa vez estaba inspirado, y mi rival perdió y se quedó con el triple de bronca que tenía después de perder el partido. Cosas del básquet…

Manu SAS
Manu vs Phoenix

 No recuerdo en que momento de esos años de básquet universitario en la UBA que Darío San Cristobal se hizo cargo del básquet, y se decidió a armar un equipo en serio. Hasta ese momento Filo perdía todos sus partidos holgadamente contra las otras facultades, y nunca se nos había pasado por la cabeza hacerle partido a ningún equipo, mucho menos a los fantasmas como la facultad de Derecho o la de Económicas. Pero las cosas cambiaron, y junto a 10 jugadorazos, Darío se propuso dejar la frente en alto en cada partido, y vender muy cara la derrota.  Entrenábamos en la cancha del Suter en San Telmo alquilándola por cuenta nuestra, y jugábamos otro campeonato aparte, el de ABA, donde conseguimos un campeonato, un ascenso, y un subcampeonato jugando nada menos que en el Hector Echart en Ferro.

 Esa tarde de domingo de 2011 jugábamos contra derecho por un lugar en los cuartos de final: el que perdía quedaba prácticamente afuera. La sangre caliente de Gastón Cerezo para agarrar los rebotes y la sangre fría de Leandro Sanseau para meter todo lo que tiraba hicieron que le ganemos por primera vez en la historia a la Facultad de derecho, y que nos metamos en la siguiente fase, obteniendo un histórico tercer puesto en el torneo Interfacultades  de la UBA que quedará para siempre en mi recuerdo.

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 Seguir el desempeño de Manu y los San Antonio Spurs se convirtió cada año en un estupendo hábito, y a pesar de que en mi época de Jordan no me gustaba como jugaba San Antonio, con el tridente Manu, Parker, Tim mi simpatía por los Spurs se había transformado, como casi todo el pueblo argentino que lo seguía. Sufrimos las lesiones junto a él, sufrimos aquella final perdida tan dolorosa de 2012 junto a él,  frente a los Heat de Lebron James (Como no recordar el triple de Allen a segundos del final cuando el campeonato era “casi” un hecho en aquel sexto partido), y como no, disfrutamos el sabor de la revancha exactamente al año próximo año, frente al mismo rival, y con un 4 a 1 apabullante. La historia de su básquet y del mío ya estaba contada, pero siempre hay tiempo para más. 

Ginobili kneels

En 2014 Leo Coira e Ivan Coto habían armando un equipo “B” en la primera de Defensores de Banfield, y me anoté para jugar. Jugaría en el Defe después de casi 15 años, con mis 34 años a cuestas, que tampoco eran muchos, porque Manu tenía 36 y seguía jugando en la NBA en el máximo nivel. Ese año se formó un hermoso equipo junto a Rodri, la estrella del equipo, y Nico Torok, la segunda estrella, y entre todos logramos salir campeones en una inolvidable final frente a Lanus ganada en tiempo suplementario. Equipo, equipo, equipo, ninguno en más importante que el resto.

 Cada nuevo año pasaba, y Tim, Parker, y Gino me seguían enseñando lo lindo que es el básquet, jugar y pensar en equipo, y amar al deporte. Y los años siguieron pasando hasta este último 2018. Verlo jugar a Manu esta última temporada de 2018 fue estremecerse hasta los huesos por el esfuerzo supremo que hace en cada pelota que disputa. Los argentinos sacaban pasaje a San Antonio solo para ir a verlo a él (como lo hizo mi amigo Darío), y las tribunas se llenaron con cantitos de cancha en los últimos partidos de San Antonio de local  con un ; Ole, ole ole oléeee!!! Manu!!! Manu!!!! . A los 19 años lo veía saltar por los aires en Estudiantes de Bahía Blanca, y ahora a los 40 el tipo estaba por quedar eliminado del playoff, se pone el equipo al hombro, y va frente al aro y la vuelca como si el tiempo nunca hubiese pasado…

Manu 1

  

 Gracias Manu por ser argentino, por enseñarnos los valores del deporte y del básquet, por hacernos saber que hacer jugar al equipo es la mejor forma de jugar y por dejarnos volar con vos cada vez que encarás al aro.

 Gracias por estos años. Decidas lo que decidas, los amantes del básquet estaremos siempre agradecidos por hacer que todo el pueblo argentino sepa que el básquet te puede dar esos valores que vos inculcas en cada partido. Hiciste mucho por el básquet, por el deporte argentino y por enseñarnos los valores del deporte. ¡Gracias Manu!  

 Hasta siempre. O hasta la próxima temporada. No sabes lo feliz que nos harías a todos.

 Lean

Y entonces, llegó el día tan temido, que ahora lo veo con orgullo y emoción: 

27 de agosto de 2018: Manu escribe su adios del basquet por Twitter: 

Con una gran mezcla de emociones les cuento que decidí retirarme del básquet. ENORME GRATITUD para mi familia, amigos, compañeros, DTs, staff, aficionados y todos los que fueron parte de mi vida en estos 23 años. Fue un viaje fabuloso que superó cualquier tipo de sueño. GRACIAS! pic.twitter.com/FtFqpTwFRq

— Manu Ginobili (@manuginobili) 27 de agosto de 2018

Y así se retiró  del basquet lo que para mí fue el mejor jugador de la historia del basquet argentino. Nos dejó no solo triunfos y medallas, sino educación, trabajo, respeto y mucho amor por el basquet. Gracias por tanto Manu. 

#GraciasManu por todo! pic.twitter.com/8252qgCmvi

— San Antonio Spurs (@spurs) 27 de agosto de 2018

Y la historia sigue, porque hoy 28 de marzo de 2019 retiran la camiseta 20 en San Antonio Spurs. El premio por todos estos años. Solo con los años nos daremos cuenta de la grandeza de Manu en el basquet argentino y dentro de la NBA. Gracias por todo Manu!

Y hoy, 31 de marzo de 2022, nos enteramos que Manu Ginobili será parte del Salón de la fama de la NBA. Que linda noticia!!!

Manu 2

 

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