¿Como cambiar el chip viajero para volver a una vida normal?

De cómo estemos de nuestra cabeza será como funcione nuestro mundo.  Por lo tanto, cuando algún desajuste esté ocurriendo en tu vida diaria, debes reajustar tu cabeza y de esa forma las cosas resultarán de una mejor manera.

Por estos tiempos, mi cabeza está como un GPS: “Recalculando”.  Lo que antes me gustaba, dejó de gustarme tanto; lo que antes veía como muy interesante, ahora no le encuentro sentido del todo.  Mi cabeza estaba en modo “viajero permanente”. Me había puesto a seguir a la mayoría de los viajeros que conocía en una cuenta de Instagram creada especialmente para mi lado viajero. Leía unos 30 blogs de viajes y les seguía cada paso. Hasta me hice tarjetas de presentación para los eventos viajeros. Cree un mapa donde me propuse seguirles el paso a casi 300 viajeros que escribían blogs de viajes. Estaba en una “Comunidad viajera” donde todo el tiempo se hablaba de lo maravilloso que era viajar.  Pero mi realidad era otra. Estaba en un trabajo de oficina, viviendo en una ciudad, y a pesar de que con mi novia habíamos  sacado un pasaje a Nueva York para viajar al exterior como lo estábamos haciendo todos los años desde hacía más de 7 años seguidos, la realidad nos tocó la puerta; internaron a la madre de mi novia por varios ACV múltiples, y ya no nos fue posible realizar el viaje planificado. Nuestros gastos se multiplicaron hasta llegar al punto del “no ahorro”.  El país entró en crisis. La inflación del país creció un 30 % y mi sueldo subió un 8 por ciento, por lo que perdí muchísimo valor adquisitivo. Aerolíneas Argentinas pesificó mi pasaje, pero dolarizó la multa para usarlo en otro momento del año, y en ese traspaso ya perdí el equivalente a un pasaje entero de los dos que teníamos. Sigo pagando un pasaje que nunca usé ni se si podré usar. Mi cabeza se puso en modo “realidad”.  La solución fue setear mi cabeza, y poner el chip en “viajero ocasional”, y lo mismo con todo lo que me rodeaba. De esa forma las cosas comenzaron a ir un poco mejor en mi cabeza.

 Me gusta mucho viajar y me gustaría seguir viajando y realizar nuevamente viajes largos, pero la realidad es que en este momento estoy en otra etapa, por lo que debo reestructurar mi estilo de vida para poder disfrutar todos los días.  Me di cuenta que no me servía estar todo el tiempo viendo cosas de viajes y hablando de viajes, porque no era lo que yo estaba haciendo, por lo tanto, me fui de la comunidad a la que pertenecía hacía unos 4 años, dejé el mapita de los viajeros de lado, y dejé de seguir a la mayoría de los viajeros que seguía solo por ser viajeros, y solo continué siguiendo a los que tenía realmente ganas de seguir sabiendo de ellos.  Las redes sociales me empezaron a enfermar un poco. Son buenas para seguirlas de vez en cuando, pero cuando causan fastidio más que alegría ver nuevas y nuevas publicaciones, hay que cortar por lo sano y seguir lo que a uno realmente le hace bien. El otro no es el que está equivocado, el que está equivocado es uno mismo.

 Simplemente cambié algunos hábitos y prioridades para que las cosas se vayan encaminando y pueda disfrutar del tiempo presente y no solo pensar en el momento de un viaje.  Quizás ahora le doy más importancia a planificar alguna carrera en algún lugar, alguna escapada a alguna playa, o poder sentirme bien y pleno en medio de una clase de yoga. 

Adoro viajar, pero ya tengo entendido que no lo es todo en mi vida, y hoy por hoy tampoco es la prioridad, por lo que el ahorro que tenga será un poco para viajes, pero otro poco para muchas otras cosas que quiero en mi vida, como por ejemplo poder vivir confortablemente en una buena casa, salir a comer o tomar algo de vez en cuando, hacer deporte, hacer yoga, y poder comprarme lo que guste cuando guste. Poder vivir y disfrutar cada día, no solo pensar en los 15, 20, 30, o 50 días de vacaciones. 

Seguiré viajando porque me gusta mucho. Sigo teniendo muchos días de vacaciones (casi 40 al año, no es poco realmente), y los usaré como se pueda, cuando se pueda, y de la forma en que más me haga sentirme bien. Me gusta tomarme un tiempo para descansar y no pensar en nada, mirar el mar por horas, o una montaña junto a un lago. Esos son los descansos con los que sueño últimamente a la hora de pensar en viajes. Quizás ir a una ciudad desconocida y cultural. No voy a dejar de tener sed de viajes, pero si los tomaré en la medida justa que me dicta mis sentimientos. 

Mientras tanto, lo que más me gusta hacer es disfrutar de las pequeñas cosas, sean en viaje, o bien cerca de casa. Acá detallo algunas que se me vienen a la cabeza por estos días:

Littles things

     

Tomar un café a la mañana

  • Andar en bici

  • Mirar el mar

  • Hacer el amor

  • viajar, tomar la ruta

  • Tomar una foto

  • Comer algo rico

  • Compenetrarse con un libro

  • Sentir en todas sus dimensiones una buena película

  • Mirar por la ventana cuando Llueve

  • Dormir profundamente 

  • Ver a tu equipo jugar

  • Correr, nadar, meditar

  • Mirar a un animal a los ojos

  • Mirar a los ojos y ser correspondido con la mirada

  • Desatar un nudo, o arreglar algo y que funcione

  • Sentir, reir, amar, llorar de emoción

  • El arte y la cultura

  • La libertad

  • Escribir bitácoras de viajes presentes o pasados y sensaciones del momento

  • Jugar, pintar, reír,

  • Sentir la naturaleza en estado puro

  • Ver los niños crecer

  • Compartir

  • La gracia del movimiento

  • El cuerpo de una mujer

  • Un intercambio de ideas. Entender algo.

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