Me tomé dos semanas de vacaciones para quedarme en mi ciudad Buenos Aires y poder ver los Juegos Olímpicos de la Juventud. Mi grata sorpresa es que pude saber que estos chicos que están compitiendo acá vienen con una preparación previa de casi 4 años, entendiendo que el trabajo previo y la planificación es fundamental para las competencias deportivas.
La verdad es que era una posibilidad de esas que se dan en muy pocas ocasiones, y no quería desaprovechar la oportunidad. Tenía muchísimas ganas de ver muchos deportes, pero había que administrar bien los tiempos porque había muchos parques olímpicos dentro de la ciudad y la convocatoria era tan grande que ir de un lugar a otro el mismo día no valía la pena. Las expectativas que había eran muchas, pero el publico que fue a los juegos superó ampliamente lo planificado, con estadios repletos en todos los parques durante casi todos los días. Los colegios también ayudaron a colmar los estadios, que de seguro les habrá servido a los chicos para animarse a comenzar algún deporte. Con que algún chico de los del colegio comience un nuevo deporte, todo habrá valido la pena.
Recorrer los parques era una forma de recorrer la ciudad también. Un día me fui a ver el Beach Voley en los Bosques de Palermo, que por suerte casi todos los días estuvieron tan lindos que parecía que estábamos en una playa de verdad. También corrían, nadaban y andaban en Bici los del triatlón, verdaderos superhéroes del deporte. El Beach Voley desde Río que es una disciplina olímpica, y es muy entretenido de ver, así que estaba justificado ir a ver un poquito de este hermoso deporte.
Las rusas se llevaron la rama femenina, los suecos la rama masculina, y Argentina obtuvo el bronce entre los hombres.

Una de las cosas que más me interesaba ver era poder presenciar a las futuras estrellas de básquet a nivel internacional. El nivel que había era muy alto y las expectativas eran inmensas. Los partidos se juegan con una intensidad tremenda y los partidos parejos resultan puro espectáculo, juegue quien juegue. Muchos partidos se definen en el último segundo, como en el caso de los cuartos de final de Argentina, que por mala suerte no se pudo ganar. Y el gran lujo fue que Argentina pudo ganar la medalla de oro con unas semifinales para el infarto y una final ganada a Bélgica que emociona de solo pensar en el futuro de estos chicos. Giordano, De la Fuente, Hierrezuelo y Ruesca; acuerdensé de estos nombres que van a dar que hablar. Y también de las chicas, que a pesar de que hicieron un campeonato fantástico no pudieron coronarlo con una medalla.
Además, también tuve la suerte de ver las finales de escalada, otro espectáculo asombroso con una demostración de atletismo, fuerza, agilidad y elasticidad que nos dejan pasmado.
En el Parque Sarmiento se llevó a cabo la disciplina que empezó con perfil bajo y terminó a estadios llenos y multitud de gente los últimos días; el Beach Handball, un deporte relativamente nuevo donde es muy común ver goles en el aire, giros espectaculares, y definiciones para el infarto. Nuestras Kamikazes que jugaron todo y se llevaron el Oro. Los hombres también lo hicieron muy bien y se llevaron el bronce.
El mejor parque que había para ver era el Parque Olímpico que estaba enfrente de la villa Olímpica, principalmente porque ahí estaban la mayoría de los deportes, incluyendo Gimnasia, la natación, la lucha, el judo, el atletismo y el hockey, entre otros. Fui tres veces a ese parque, principalmente a ver a Delfina Pignatiello en Natación, a ver a las leoncitas de hockey, y para ver el show de atletismo. A pesar de que las puertas abrían a las 8 de la mañana y Delfina nadaba a las 11 hs, ya desde antes de las 8 había una inmensa cola y era todo un desafío poder entrar al natatorio. Fue un orgullo tremendo saber que una de las nadadoras de Argentina, Selene Alborzen, es una de las nadadoras de mi club de siempre, el Club Defensores de Banfield, y que su entrenador Joel fue mi profe cuando iba a natación en el club. Y también sigamos de cerca a Delfina Pigniatello. No solo es futuro sino que es presente, y quien sabe nos pueda dar muchas alegrías en los próximos juegos olímpicos.
Pero más allá de ir a ver los partidos y las competiciones, lo que más que gustó sentir el espíritu olímpico bien de cerca, que cuando ibas caminando de un lugar a otro te cruzabas con los competidores, algunos con la medalla que habían ganado, y no tenían problemas en sacarse una foto con el que se lo pidiese.

El deporte es una de las principales formas de educar a los chicos porque permite enseñar valores como el esfuerzo, la superación, la perseverancia, la igualdad, el respeto, la solidaridad, el compañerismo, el éxito tanto personal como colectivo y muchos otros más.


Otra de las cosas que me sorprendió es saber el tiempo que destinaron estos chicos para poder prepararse para los juegos. Claro que todos los chicos practican desde muy pequeños la actividad, pero hace unos 4 años que cada deporte viene planificando un equipo especialmente destinado para estos juegos. Se hizo una selección de jugadores de todo el país y se mantuvo un equipo practicando y mejorando desde sus 13 o 14 años hasta los 17 o 18 años como tienen ahora los chicos.
Todo lo que vivimos estos días fue histórico, seguramente lo recordaremos por muchos años y no me extrañaría que alguno de los chicos que compitieron en estos juegos se conviertan en estrellas del deporte en general en solo un par de años. Orgulloso de haber presenciado esta fiesta en mi país.
Algunas Claves de estos juegos:
El trabajo previo que hicieron cada uno de los deportistas fue fundamental
Hubo más de 4000 atletas de todo el mundo, 142 atletas argentinos.
32 deportes de 206 países (más de los países oficiales de la ONU)
11 medallas de oro para Argentina, entre ellas handball de playa, hockey, básquet, rugby, lanzamiento de bala, remo, BMX, vela, tenis y boxeo. En total fueron 30 medallas.
Acá les dejo un pequeño video con alguno de los momentos vividos: