
Un secreto bien guardado en medio del litoral paulista
Tal vez sea uno de los secretos mejores guardados del Litoral Paulista. Apenas se dobla desde la BR 101 a la entrada principal de Itamambuca ya podemos comenzar a saber con qué nos vamos a encontrar; palmeras por todos lados y todo tipo de plantas tropicales incluida la heliconia, que allá crece casi como un arbusto y tiene una belleza sin igual, carteles con anuncios de ventas de tablas de surf, anunciosde yoga y otros de ventas de jugos tropicales. Todo indica que el lugar ideal está muy cerca. La belleza del lugar está asegurada por ser un destino que mezcla a la perfección surf, yoga, cultura ecológica y life style. A continuación, les contaré un poco más de este viaje a una de las mejores playas de surf de todo Brasil.


Destino de surf y Yoga
Había escuchado hablar de este lugar por una empresa de viajes de surf y yoga (ganesha). Como no pude hacer el surftrip con ellos, decidí hacerlo por mi cuenta, algo que en realidad me gustaba más porque podía decidir por mi cuenta qué y cómo hacerlo. Quería hacer el viaje con un presupuesto limitado, pero tampoco quería estar incómodo, por eso me hospedé en Bali suites, un hotel muy pintoresco y atractivo que tiene también habitaciones compartidas y que tiene una estética traída del sudeste asiático, con decoración y arte de Indonesia. En otro post les contaré mejor de este maravilloso lugar.

Reserva ecológica con salida a la playa
Esta playa esta en medio de una reserva ecológica ubicada a unos 15 km al norte de Ubatuba, la ciudad balnearia principal, que dista de Sao Paulo a unos 220 km aproximadamente. Itamambuca se encuentra entre Praia Vermelha y Praia Felix. El pueblo está dividido por un río del mismo nombre, que divide a la villa que tiene precios más accesibles y donde se hospeda la mayoría de los que cuentan con un presupuesto limitado y la zona residencial, más cara, donde están las casas familiares de la gente que vive ahí y donde también está el diminuto centro que tiene una padería y un bar como principales y casi únicos atractivos. Para ir al mar desde la Vila hay que atravesar un pequeño rio que a veces está por las rodillas o otras veces a la altura del pecho. Un día tuve que ayudarle a cruzar a una chica que se había confiado que el rio estaba bajo y como la empezó a tapar el agua casi pierde su teléfono celular. Igual siempre hay barquitos que te cruzan. Sino también se puede darla vuelta por la rodovia (BR 101).

El plan: No hacer planes
El plan era muy simple. Levantarme por la mañana y dejar que el día vaya sorprendiéndome. 9 días sin un plan específico. El solo hecho que levantarse era la gloria. Pajaros de todo tipo recitando melodías y un café de manhá completo esperándome en el desayunador. Jack Johnson era la melodía preferida que elegía la esposa de Eduardo, el dueño del hotel, para musicalizar la mañana. Al mediodía recargar energías con los abundantes pratos feitos con frango, batatas fritas, feijao, farofa y ensalada, y por la tarde recargar energías con un buen acai na tigela. Por la noche algo liviano para no irme a dormir muy pesado.


Las Cachoeiras de Prumirim
Una mañana con fuimos a visitar las playas de Prumirím y después a las cachoeiras, un verdadero paraíso natural, con la mala fortuna que justo cuando estaba ahí comenzó una lluvia torrencial y me tuve que volver antes de lo que quería. Igual lo disfruté muchisimo. Prumirim queda solo a unos pocos kilómetros de Itamambuca y las cachoeiras están prácticamente sobre la ruta. Se puede llegar con el bus urbano, en bici o en auto.

Praia do Alto
Otro día me fui en el sentido contrario a Prumirim, para el lado de la Praia do alto. Es una playita escondida entre Praia Vermelha e Itamambuca, que por estar al reparo entre rocas prácticamente no tiene oleaje y es especial para nadar, hacer snorkel o stand up paddle por ejemplo. Y como es de bastante difícil acceso muchas veces está casi desértica, por eso me gustó tanto. Fue una de mis playas favoritas.

Praia/morro/praia/morro/praia/morro
La mayoría de los días me iba a la playa de Itamambuca a ver como hacían surf y a disfrutar del oleaje a la sombra de las plantas en las cercanías. Lo que me fascina de las playas de Brasil es que entre playa y playa hay grandes morros y grandes rocas para desafiarse e intentar trepar por sobre ellas, para buscar senderos o trilhas para caminar o para subirse y meditar sobre ellas como lo hizo una chica mientras yo estaba contemplando el mar desde otra gran roca. Además, también suele haber pequeños ríos y hasta pequeñas cachoeiras para darse un baño entre rocas.
El mar en Itamambuca es ideal, ni frio ni cálido. De un color que mezcla el blanco de la espuma salina con el verde del follaje y el azul del cielo. Pero si uno se mete en el agua, se da cuenta que el agua es casi transparente, porque con el agua hasta por la cintura, igualpodemos vernos los pies. Una tarde caminando por sus playas vimos una tartaruga(tortuga marina) herida en la orilla del mar e inmediatamente un hombre tomó su celular. Pensé que iba a hacer el típico paparazzi de tomarle una foto a lapobre tortuga, pero no. Llamó a Proyecto Tamar de Ubatuba y ellos le dieron instrucciones de que hacer con la tortuga hasta que ellos lleguen y se la lleven al centro de recuperación de tortugas marinas. Me sentí muy bien al saber que existen esos proyectos creados para colaborar con nuestramadre naturaleza y su vida marina.
Un paraíso natural en escala reducida.
Y también pude hacer las tres cosas que quería Hacer: Tomar una clase de surf, tomar una clase de yoga, y salir a correr por las calles de Itamambuca.

Surf
Para la clase de surf me contacté con Alef y nos fuimos con un grupo de argentinos, brasileros y españoles a una playa misteriosa pasando Fazenda a buscar olas. Yo como era el aprendiz me quedé en las olas pequeñas con mi instructor Lucas y los otros que tenían más experiencia se fueron a las grandes olas. El solo hecho de poner las tablas de surf en el auto generaba una adrenalina maravillosa. Luego trasladarse con la tabla en mano hasta la playa es también todo un arte y una emoción porque a medida que te acercás al mar y escuchás el sonido de las olas vas sintiendo lo que te espera. Y cuando por fin estás en el agua, dar unas remadas y sentís que la ola te empuja, es una sensación única que genera una conexión con la naturaleza que hace que todo los esfuerzos que hicimos por llegar hasta ahí valgan la pena y mucho más. Si tengo tiempo voy a hacer un post dedicado a hablar exclusivamente de toda esta cultura del surf.

Yoga
Para la clase de yoga me fui a Samudrá, un hospedaje que realiza retiros de yoga y meditación. Ahí me puse en contacto con Valesca, la profesora, de una paz interior muy fuerte y que me generó confianza inmediata. Con ella tomé una clase que mezclaba el tipo de yoga más conocido (hatha yoga), con el ayengar, que utiliza algunos utensilios para facilitar las asanas y poder realizarlas de mejor forma. Salí de la clase con una sensación de felicidad inmensa. Me fui caminando hasta el hotel en medio de la noche iluminada solo por algunos bichitos de luz y una sonrisa dibujada en mi rostro.

Y como para poder completar las tres actividades que iba a buscar hacer, al otro día bien temprano me tomé el café da manhá y Sali a correr unos 10 km por el pueblo de Itamambuca, por la BR 101, por el bosque del pueblo, y por la playa. No se si era la buena energía que me duraba de los días anteriores, pero pude correr de una forma muy tranquila y natural, y aun así a una velocidad bastante buena dentro de todo. Correr en calles de tierra y con toda esa vegetación inflándote los pulmones me recargaba de energía a cada paso nuevo que daba. El calor casi no lo sentía porque iba intencambiando zonas de sombras de los arboles y partes de sol de una mañana todavía tibia.

Después de unos 10 días de relajación, mar, vida eco friendly y paz interior, me volví a Sao Paulo justojusto a tiempo, antes de que empiece un fin de semana de feriado de puente turístico con las playas iban a estar colmadas de gente. Para todo aquel que busque una playa natural con vegetación tropical abundante, bien conservada y con una cultura orientada al cuidado del medio ambiente y la naturaleza, Itamambuca los espera con los brazos abiertos. Solo hay que animarse a conocerla.
En este mapa les cuento un poco los puntos principales para guiarse en Itamambuca

COMO LLEGAR A ITAMAMBUCA
Para los que quieren ir de Sao Paulo a Itamambuca les cuento:
- Si van en auto no hay ningún misterio. Es como ir a Ubatuba y después siguen algunos kilometros más. No vale la pena mucho explicar esta forma.
- Si llegan en avión a Sao Paulo y quieren ir en transporte público hasta Itamambuca, yo les recomendaría pasar la primer noche en Sao Paulo (claro, siempre dependiendo de a que hora lleguen a la ciudad) y salir temprano en la mañana para Ubatuba que es la ciudad más cercana a Itamambuca que tiene buses desde Sao Paulo (O Rio de Janeiro).
Para ir a Ubatuba se puede ir hasta la Rodoviaria (terminal Tiete) y sacar pasaje a Ubatuba. Salen buses a cada hora más o menos. El viaje tarda unas 4 horas y no recuerdo el precio, pero serán unos 70 reales más o menos. Cuando uno baja en Ubatuba hay que tomarse un bus local que la parada está ahí a 50 metros de la terminal de donde te deja en bus. Siempre es preferible hacer todo esto durante el día porque durante ella noche es más difícil ubicarse, es más peligroso y además creo que los buses no salen por la noche. El bus a Itamambuca te dejará sobre la ruta, a unos 500 metros de la zona de hospedajes. Si queres ir para el lado de los hospedajes más económicos debes bajarte en la primera parada, llama “canto de Itamambuca”. Si vas para el lado residencial, donde están los mercados y las casas residenciales, debes bajarte en la próxima parada, apenas después del Puente.
Transfers: En temporada baja no había, pero no lo sé en temporada alta. No estaría demás averiguar en el aeropuerto si hay transfers directos a Ubatuba. De seguro costará más que el bus, pero llegarán más rápido y sin tener que hacer día en Sao Paulo.
Hola buen dia. Como puedo ir desde s.pablo hasta aquí? No tengo vehículo. Un saludo grande
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Hola! Se puede ir hasta la Rodoviaria (terminal Tiete) y sacar pasaje a Ubatuba. Salen buses a cada hora más o menos. El viaje tarda unas 4 horas y no recuerdo el precio, pero serán unos 70 reales más o menos. Cuando uno baja en Ubatuba hay que tomarse un bus local que la parada está ahí a 50 metros de la terminal de donde te deja en bus. Siempre es preferible hacer todo esto durante el día porque durante ella noche es más difícil ubicarse, es más peligroso y además creo que los buses no salen por la noche. El bus a Itamambuca te dejará sobre la ruta, a unos 500 metros de la zona de hospedajes. Si queres ir para el lado de los hospedajes más económicos debes bajarte en la primera parada, llama “canto de Itamambuca”. Si vas para el lado residencial, donde están los mercados y las casas residenciales, debes bajarte en la próxima parada, apenas después del Puente. Si tenes alguna duda tu pregunta no molesta. Saludos!
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