Muchos momentos de felicidad que recuerdo fueron en un bar o un café. Hagan el ejercicio y ahora póngansé a pensar si no los pasó lo mismo a ustedes. Son esos momentos en que uno se pone a reflexionar con un café o un trago de por medio, y la atmosfera que nos rodea ayudan a darle sentido a nuestros pensamientos. Metámonos en el fascinante mundo de los bares.
No se si será solo idea mía, pero el hecho de estar en un bar a gusto me resulta muy agradable, y es por eso tener un bar propio se acercaría mucho a un sueño convertido en realidad.
Hakuri Murakami, el gran novelista japonés, tuvo su propio bar de Jazz antes de dedicarse de lleno a la escritura.
Cada uno le podrá poner su propia impronta de acuerdo a su imaginación. Algunos podrán hacerlo con estilo newyorkino, otros con estilo parisino, español, estilo marino, rockero o como se vaya dando. Algunos se imaginan siendo ellos mismos los que atiendan detrás de la barra hasta bien entrada la madrugada, mientras escuchan las historias mínimas de los antihéroes de la noche porteña wisky de por medio. Algunos les gusta ver el bar más como una cafetería, con excelente servicio de café. Otros se imaginan un bar más cercano a una cervecería (aunque una cervecería yo lo pondría en un rubro aparte, pero como también es un bar se presta a la confusión). Muchos imaginan su bar más exclusivo, más al estilo bodega de vinos, luces bajas, música tranquila (jazz) y vinos de la región. Y otros se imaginan el bar de los tragos, bien de carácter internacional donde todo puede pasar. Lo cierto es que en el mundo de los bares muchas veces ronda un halo de misterio secreto que solo algunos son capaces de descubrirlo.

Sueños de bares
Yo también tengo el sueño de tener un bar en algún momento. Sería de esos bares porteños que no se sabe cómo sobreviven porque siempre tienen a unos pocos clientes leyendo en sus mesas mientras tienen su tazón de café gigante al lado. Revistas y libros a disposición y una música suave que permita leer pero también sentirse. Si puede ser del estilo café de viajeros mejor. De seguro el bar fundiría a los pocos meses, pero sería un sueño cumplido. O un bar en la playa; a metros del mar, con un ventanal gigante que permita ver el oleaje, con olor a sal marina y una esencia inspirada en la cultura de los océanos. Soñar no cuesta nada, quizás algún día los sueños se hacen realidad.

A continuación les pondré una serie de listas de bares que hicieron prestigiosas organizaciones. Prefiero poner esas listas que tienen una investigación más profunda que ponerles una lista copiada de otras ideas, así que acá les dejo con los bares más lindos del mundo y otras listas con los más atractivos de Buenos Aires.
Listas de bares
El ranking de bares más prestigioso del mundo da una lista de los mejores 50 bares todos los años, y este 2019 un bar de Argentina (Florería Pacifico) quedó en el tercer puesto, detrás de uno de New York y otro de Londres, y otro bar argentino (Presidente) también integra esta selecta lista. Acá les dejo el ranking completo, una hermosa lista para ir explorando con tiempo.
https://www.worlds50bestbars.com/list-at-a-glance.php


Bares en Argentina
Bajando a la escala de una sola ciudad, algunos sitios de Internet también hicieron una pequeña lista de los bares imperdibles en la ciudad porteña, y estos son alguno de los resultados.
Los bares notables de la ciudad son unos clásicos porque representan la historia de Buenos Aires:
https://turismo.buenosaires.gob.ar/es/article/bares-notables

Las próximas listas que quiero mencionar son bares más exclusivos y glamorosos, sin dejar de lado otros
http://elmeme.me/12-bares-unicos-de-buenos-aires-para-compartir-con-personas-unicas/

Mi lista en Baires
Cuando voy a un bar necesito sentirme a gusto, estar en un lugar que lo sienta cómodo, con una atmósfera agradable que me den ganas de quedarme un tiempo solo disfrutando del momento de estar en el bar. Estos son algunos de los bares que pasé últimamente y me sentí de esa manera:
PARTNERS http://partners-coffee.com/
Bier Life
Temple Bar de Palermo

Y cuando nos vamos de viaje y de pronto paramos a descansar en un bar o café que elegimos medio al azar en el medio de una caminata podemos tener esa suerte de encontrarnos con un lugar agradable y llenarnos de felicidad. Si uno se siente a gusto puede que las sensaciones agradables aumenten. Recuerdo que hace muchos años me enamoré platónicamente de una mesera de un bar. Pero la verdad es que no se si estaba enamorada de ella o de la situación agradable de estar en el lugar adecuado donde quería estar en ese preciso momento.
Creanmé que muchos momentos de felicidad que recuerdo fueron en un bar o un café. Hagan el ejercicio y ahora ustedes póngansé a pensar si no los pasó lo mismo a ustedes. Son esos momentos en que uno se pone a reflexionar con un café o un trago de por medio, y la atmosfera que nos rodea ayudan a darle sentido a nuestros pensamientos.