Aves de ciudad, de campo y de playa en Buenos Aires

Las aves tienen el super poder de volar que las hace únicas. Trataré de hacer un breve resumen de los principales ejemplares que se pueden encontrar en la ciudad, en el campo y en las playas de Buenos Aires para hacernos una idea de lo que podemos encontrar en esos hábitats. Esto, claro está, sin contar con las grandes reservas ecológicas donde es factible encontrar infinidad de especies más. Desde ya, aclaro que lo hago desde un rol de simple observador no profesional y a nivel super general. Esta claro que hay muchas especies más. Si ven algún error, por favor sepan disculpar y por favor comuníquenmelo así puedo corregirlo. Si quieren ver un listado de las más de 400 especies de aves bonaerenses, pueden consultarlo en este sitio web llamado Aves bonaeresenes. Les aconsejo que se den una vuelta por ese sitio y hagan click en cada especie que les interese para ver como son. El mundo de las aves es fascinante.

Precioso colibrí. A veces vienen a comer un poco de mi lavanda en el jardín

Aves de ciudad

El conurbano bonaersense antes se parecía más al campo, pero ya desde hace varios años se parece más a Capital Federal. Acá podemos ver desde los clásicos benteveos y zorzales que silvan por la mañana, los ochentosos gorriones y chingolos que antes estaban solos y ahora comparten las plazas y el barrio junto a palomas, torcazas y cotorras, hasta los siempre bienvenidos colibrís, los trabajadores horneros, los brillantes tordos bien negros o las malvenidas y territoriales calandrias que te pican la cabeza si pasas cerca de sus nidos. Y hasta de vez en cuando podés observar las míticas y pequeñas golondrinas con sus vuelos característicos. Y si se preguntaron alguna vez si el murciélago es un ave, les cuento que no, que es un mamifero, el único mamifero volador impulsado por su propia energía.

Le tengo simpatía al gorrión porque es un pajarito que veo desde los años 80 y sigue por la ciudad a pesar de las otras plagas.

También si paseamos por Puerto Madero vamos a encontrar las elegantes garzas blancas y otras azuladas en los diques, algún tuyuyu y algunas especies más. Pero esto es principalmente por la cercanía de la reserva ecológica Costanera sur, donde hay muchísimas especies más, por lo que prefiero dejarlo para otro momento. DEJO EL LINK ACA de otra buena página de pájaros de Buenos Aires.

Pocas aves tienen tanta presencia y elegancia en su andar como la garza blanca.

Las palomas tienen sus amantes y sus detractores. Símbolo de la libertad para algunos, plagas voladoras para otros, para mi la paloma me trae el recuerdo del momento exacto antes de la jugada del tercer gol de Argentina en la final en donde salimos campeones del mundo. ¿Se acuerdan de ese momento? 39 minutos del segundo tiempo, nunca me lo voy a olvidar.

Torcaza. He visto el crecimiento de ellas desde que eran un huevo hasta que se largaron a volar desde mis macetas del balcón.

En donde vivo yo es muy común encontrar en las macetas de los balcones torcazas que anidan allí para poner sus huevos. He tenido algunas preciosas experiencias en donde vi todo el proceso de crecimiento de estas aves hasta que pudieron volar, pero lamentablemente hubo más casos en los que las torcazas abandonaban sus nidos por un motivo desconocido y los huevos quedaban a la deriva.

La cotorra antes era un ave llamativa y ahora se transformó en un ave muy común de ver tanto en bosques como en ciudades.

El portal del gobierno de la ciudad seleccionó a 9 especies como candidatas para ser el ave emblema de la ciudad de Buenos Aires. Tocá acá para ver cuales son.

Aves de campo

Si nos vamos un poquito más para el campo vamos a encontrar más teros, caranchos, aguiluchos, chimangos, horneros, picabuey, tordos, pájaros carpinteros y hasta pequeñas lechucitas de las vizcacheras. Además, si vamos caminando por un pastizal, es probable que de pronto salgan volando bien bajito de abajo de los pastizales perdices de campo. Y también será posible ver los famosos chaja, característicos por su sonido que asemeja a su nombre. también en los humedales encontraremos todo tipo de variedades de patos, entre ellos el maicero, el capuchino y el colorado.

la lechucita de las vizcacheras despierta ternura y gracia al ver como gira toda su cabeza al mirar.

Además, si tenemos suerte vamos a poder ver algún Martín Pescador, jilgueros y cardenales, de los pájaros más lindos de avistar. Y si tenemos mucha suerte, veremos un Federal, que en los esteros del Ibera son muy fáciles de ver, pero en Buenos Aires hay bastantes menos. A pesar de que el ñandú es característico y habita la provincia de Buenos Aires, es un poco más dificil de ver que en otras provincias como Entre Ríos, Corrientes, La Pampa o Chubut, donde es normal cruzarse con un ñandú en la ruta.

Aves de mar

Las golondrinas de ceja blanca tiene una forma de volar única.

Por último nos queda la playa, el bosque y el mar, representantes de la Costa atlántica bonaerense. Hace poco visité la playa después de más de 8 meses de cuarentena en Argentina y me encontré con la grata sorpresa de que había un notable incremento de aves como consecuencia de la disminución de personas. A las habituales gaviotas (gaviotas capucho café) de la playa, hace unos años se les sumaron los chimangos que les compiten por la carroña de los peces muertos de la playa. Además dando vueltas por la playa y el bosque pude ver teros, lechucitas, caranchos, cotorritas, benteveos, tordos, calandrias y piojitos. Y vi una pequeña ave preciosa, pequeña, veloz y con un vuelo fantástico, que a mi parecer eran golondrinas. Después lo corroboré en mi casa al ver su imagen en internet. En el bosque también vi unos ejemplares de cuervillos de cañada. En algunas playas más al norte de la costa atlántica, cerca de punta Indio, podemos llegar a encontrar flamencos junto a las garzas en los humedales.

¿Y ustedes? ¿Les gustan las aves? ¿Son fanáticos de algún ave en especial? ¿Son de observar aves en los viajes o en su vida cotidiana? Les confieso que yo tengo un poco de debilidad por las golondrinas, por su historia viajera y por su capacidad de volar grandes distancias en sus migraciones. Les puedo asegurar que no hay nada mejor para sentirse en contacto con la naturaleza que conectar con las aves que nos rondan en donde habitamos. Los animo a hacerlos, no se arrepentirán.

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