Suena un viaje épico a los confines del planeta tierra, pero Ushuaia no deja de ser una ciudad más de Argentina, con una población cada vez más grande, y que año a año va creciendo, no solo turisticamente sino que además arquitectónicamente. Prueba de ello son la cantidad de edificaciones nuevas que se ven y la cantidad de eficios en construcción que pudimos ver.
La llegada
A Ushuaia llegamos de noche, con frío y con nieve. A pesar de eso, apenas llegamos a nuestro hospedaje llamado Las Retamas, ya nos sentíamos cálidos y muy cómodos, casi como si fuera nuestra casa. El frio y la nieve solo le agregan más belleza al viaje, así que nada de eso será un impedimento en este destino. El alojamiento donde fuimos tenía un salón de entrada donde nos debíamos sacar los calzados de afuera para mantener la limpieza y ponernos un calzado más de casa, como pantuflas, ojotas, o directamente andar en medias o descalzo. Era el alojamiento perfecto; pocas habitaciones, trato personalizado, buena gente atendiendo, lugar calentito en todo momento y una habitación a la medida de nuestras necesidades. May estaba encantada con el lugar. Gastón y Vanesa llevan adelante este bed and breakfast pequeño y muy confortable donde uno realmente se puede sentir como en su propia casa. Apenas llegamos Gastón nos dió las recomendaciones necesarias para los días que ibamos a estar, y nos recomendó un lugar para ir a comer: El Mercado, un resto bar enfrente del supermercado La Anónima, ahí cerquita del Cartel iluminado de USHUAIA. Ese resto sería nuestro refugio gastronómico en la mayoría de nuestras cenas y algún que otro almuerzo.



Ya solo con ver por la ventana uno queda deslumbrado, porque las montañas nevadas en Ushuaia se ven solo con mirar para afuera. Toda la ciudad está rodeada de montañas y de mar con barquitos fotogénicos en la bahía. Y cuando se terminen de hacer esas construcciones modernas que se están haciendo, será sin duda una de las ciudades más bellas de Argentina.
Que hacer en Ushuaia
Si buscan en google; «que hacer un Ushuaia», casi todas las webs les van a recomendar más o menos lo mismo: 1)Museo marítimo y presidio 2) Tren del fin del mundo y Parque Nacional Tierra del fuego 3) Navegación por el canal de Beagle 4) Glaciar Martial 5) Laguna Esmeralda 6) Estancia Tunel 7)Esquiar en Cerro Castor, Las Cotorras o muchas otras opciones más. 8) Alquilar un auto y salir a recorrer la infinidad de paisajes para el lado de Tolhuin. Si buscan el mejor lugar para asesorarse sobre estos lugares, este post no se si sería el índicado. Más bien visitar otros blos como La ruta del mate, La página de de instagram de turismo de Ushuaia, o este centro de información turistica que también recomiendo. Cada una de estas opciones tiene una opción premium y una versión más económica, así que pueden ver las opciones una vez que lleguen al lugar. Solo recomendaría reservar si tienen muy pocos días y casi nada de opciones para cambiar planes. Si tienen 4 o 5 días para estar en Ushuaia es mejor ir viendo como van a estar los días para planificar que hacer en función de como estén los días.








Nosotros el primer día fuimos al presidio porque estaba cerca del pueblo y queríamos hacer algo tranquilo. el segundo día nos fuimos a la mañana a caminar hasta el mirador del Glaciar Martial y por la tarde hicimos la navegación por el Beagle con la opción de ir a la Isla Martillo a ver la colonia de Pinguinos, pero sin la opción de bajar a la isla sino solo observarlos desde el Catamarán (que igual se acerca bastante). La vi a May conteniendo las lágrimas cuando veía a los pinguinos magallánicos y supe que esos pequeños momentos iban a quedar grabados por mucho tiempo. Ver tanta inmensidad de naturaleza es un cariño en cada viaje.
El tercer día fuimos al trekking de la Laguna Esmeralda (uno de los imperdibles a mi entender). El cuarto día quisimos hacer algo más tranquilo y nos fuimos a Estancia Tunel, un paseo por la costa del Beagle muy fotogénica. El quinto día fuimos al Parque Nacional Tierra del fuego (no hicimos el paseíto en tren, eso es cuestión de gustos), y el sexto día nos dedicamos a comprar souvenirs, recorrer el pueblo. Ah! Y además disfrutamos los carnavales que se festejaban en la ciudad.
Nuestra rutina era más o menos parecida siempre. Nos despertábamos y bajámos en pantuflas y remera a desayunar un cafecito con un tostado de jamón y queso calentito, una medialunas o vigilantes y una torta siempre diferentes que preparaba Vanesa el día anterior. Después nos ibamos arriba, buscábamos todo nuestro abrigo, preparabamos el mate y saliamos a disfrutar del día. A la tardecita volvíamos al alojamiento, a veces Gastón nos sorprendía con alguna que otra factura o tortita que sobraba del desayuno, tomábamos otros mates, y a la nochecita nos ibamos a El Mercado a cenar. Todo lo hacíamos caminando, porque a pesar de no ser distancias super grandes y de que haya grandes subidas y bajadas en las calles, la ciudad se prestaba para caminar. Siempre nos sentimos seguros caminando a cualquier hora por las calles.








Hay ciertos paisajes que me recordaron a Suiza, otros que me recordaron a Irlanda, otros a Islandia y otros a Bariloche. Ushuaia tiene un poquito de todo, por eso es una de las ciudades más elegidas del país.
Opciones culturales y gastronómicas, cada vez más fuertes
Otro de los motivos por los que Ushuaia es famosa es por la centolla, un tipo de cangrejo de las aguas del sur que para muchos es muy rico. En la avenida principal hay muchas opciones para comer un plato de este crustáceo, pero a nosotros no nos tentaba mucho, así que no lo probamos.
Igualmente si no son fanáticos de los mariscos ni los pescados hay muchos restos clásicos y otros más modernos donde se puede comer muy bien. Entre los que recomendamos están el restaurante El Turco, el resto Bar El Mercado y el resto Augusto. Además está muy de moda el Gin y junto con eso los bares que venden Gin. La más recomendada y reconocida es la gintonería Jeremy Button. Yo no pude con la tentación y me traje un gin de Jeremy Button de recuerdo.
Además me sorprendieron las opciones deportivas y culturales. Nosotros nos alojábamos a dos cuadras de una plaza con 2 canchas de futbol, dos canchas de básquet, una pista de atletismo y un lugar para hacer ejercicios al aire libre. Todo estaba en bastantes buenas condiciones y era de uso libre. Dos cuadras debajo también había un espacio para hacer skateboard.



La parte cultural no se quedó atrás. Había murales callejeros muy lindos en las calles, y en el feriado de carnaval, justo el fin de semana en el que fuimos, había muchos grupos de murgas como estrellas del sur, grupos de percusión como Colectivo fueguino , tambores del sur y hasta comparsas como la de Anahí Piuken.



Un viaje de tintes épicos
Ushuaia tiene algo de épico porque para muchos es el fin del mundo y la culminación de un viaje. Muchos hacen el tramo Ushuaia- Alaska y esta ciudad es el punto de comienzo o punto de culminación de una aventura, así que se transforma en un lugar con mucha carga simbólica. Está el Cartelito de Bahía Lapataia donde termina la ruta 3, está el cartel del Fin del mundo, está el Cartel de letras grandes que se iluminan por la noche de USHUAIA y como si fuera poco, también está el correo del fin del mundo, desde donde se puede mandar una postal y hasta sellar el pasaporte diciendo que estuvimos en el correo del fin del mundo.
Después de una semana de recorrer una semanita esta bella y floreciente ciudad, nos despedimos de la ciudad una mañana de frio y lluvia, que a pesar de todo, era tan bella como nostálgica. Ushuaia es bella desde donde se la mire, por eso la recomiendo mucho si quieren elegirla como su próximo destino de vacaciones.